La gráfica de la semana: el precandidato y el IRPF
La gráfica que presentamos esta semana muestra la evolución desde 1997 del aporte de las familias uruguayas a través primero del IRP (hasta 2007) y luego del IRPF como porcentaje de sus ingresos. Podemos apreciar entonces como las familias uruguayas pagaron el mayor costo de la crisis en los peores años, 2002-03, dónde su aporte solo vía IRP significó el 5% de sus ingresos, algo así como 1.400 millones de dólares a precios de hoy. Con los salarios de aquella época!! Recién en 2016 y luego de aumentar muchísimo los ingresos familiares, se alcanzó el 5% nuevamente, pero reiteramos, con los salarios de ahora que son otra cosa.
Sin embargo, el precandidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, en su presentación del 24 de abril pasado, en la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM) afirmó que cambiaría el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para que “grave la renta neta y no la bruta” (Subrayado digital del 24/4/18). Esto merece al menos dos comentarios:
El primero, debió reconocer que hasta 2007 el Impuesto a las Retribuciones Personales (IRP) (creado por la dictadura en 1982) utilizado por su partido y por la coalición rosada que dirigió el Poder Ejecutivo hasta 2005, gravaba los ingresos NOMINALES de las y los trabajadores y JUBILADOS uruguayos, esto quiere decir que hasta el aporte al BPS aportaba (no se deducía nada). Algo tremendamente injusto que muchas investigaciones han demostrado, por el cual pagaba menos quien más ganaba. Por lo menos debió reconocer a la ciudadanía, hicimos mal, no vamos a repetirlo …
El segundo, el IRPF que sustituyó al IRP a partir del año 2007 grava la renta NETA, esto quiere decir restando los aportes al BPS, a la Caja Profesional y Notarial, al FONASA, al Fondo de Reconversión Laboral (FRL), y con deducciones además por hijos menores a cargo o con discapacidades. Es muy sencillo comprobarlo, basta con consultar el simulador de cálculo que tiene la DGI en su página https://bit.ly/2Hs07Am
Pues bien, ni era justo antes ni es bruto ahora. La justicia tributaria es algo demasiado importante para dejarla en manos tan frágiles, de memoria y de futuro.