¿Y EL SECTOR PRIVADO?... (INFORME DE COYUNTURA A JUNIO DE 2019)
Conocida la actualización de las estadísticas de Cuentas Nacionales por parte del Banco Central de Uruguay (BCU) al primer trimestre de 2019, podemos constatar que el acumulado de valor (PBI) durante los últimos 12 meses a marzo de este año creció 1,1% con respecto al mismo período un año atrás. Este resultado nos enmarca en una coyuntura donde el ritmo de crecimiento sigue disminuyendo. Si tenemos en cuenta que al cierre de 2018 el PBI había crecido 1,6%, y un trimestre anterior 1,9%, la perspectiva para el año en curso es menor al 1%. Ciertamente muy al borde del estancamiento, y muy lejos del promedio de la época de gobiernos progresistas (4,3%).
¿Por qué esta situación? La respuesta fácil la esgrime la oposición política derechista planteando que ‘la culpa la tiene el gobierno, los empresarios hicieron todo bien, no tienen de que arrepentirse’, pues para ellos la política económica ha reducido las ganancias desalentando la inversión privada a través del gasto público, los impuestos, el déficit y la deuda pública, la regulación de mercados laborales, el atraso cambiario, y todo lo que supuestamente atentaría contra la confianza del inversor.
En cambio, una respuesta consistente, y honesta, entrelaza un conjunto de variables, externas y domésticas, y nos sumerge en un análisis serio de economía política.