LA GRÁFICA DE LA SEMANA: LA CADENA CÁRNICA
La Cadena ganadera está compuesta por una fase primaria con producción o cría de animales y la producción de leche, y una fase industrial que elabora productos derivados de la carne y de la leche. Es una cadena de producción y de valor agregado cuya evolución ha incidido de manera importante en el crecimiento económico a partir de 2004, especialmente a través de su fase industrial, como se puede apreciar en el gráfico.
Sin embargo, la evolución de la cadena ganadera en su conjunto ha evolucionado por debajo de la tasa de crecimiento del producto y del valor agregado total de la economía. Ello ha determinado que su participación en la generación del valor global disminuya durante el período. En 1997 representaba 8,2% del total, alcanzó su valor máximo en 2004-2005 con 9,2%, y de allí en adelante decrece continuamente hasta el 6,7% en 2016.
El nuevo valor creado en toda la cadena ganadera oscila durante todo el período en valores cercanos al 45% del valor bruto producido (que contiene además los insumos, materias primas y capital utilizado). En la fase primaria ese valor, oscila entre 65-70% del bruto total, mientras en la fase industrial 30% (2016). Sin embargo, su distribución es muy diferente, pues mientras en la en la fase industrial no está presente la renta que apropian los terratenientes. Es así que la participación del salario en la distribución del producto es muy superior en esta última, además de ser reflejo de un nivel de ocupación más alto.
En la Cadena Ganadera encontramos una parte muy transnacionalizada: la industria frigorífica. Otra parte, la láctea, tiene componentes importantes de inversión nacional y es diversificada en cuanto a las características de sus productores (predominan los medianos) y a los productos derivados que se elaboran.