LA GRÁFICA DE LA SEMANA: INTRANSIGENCIA PATRONAL Y AJUSTE SALARIAL EN EL CAMPO URUGUAYO
Los sectores empresariales se han retirado de la negociación colectiva correspondiente. Es evidente que no hay margen para la negociación con los trabajadores rurales organizados cuando la propuesta patronal es de 0% (cero por ciento) de aumento para el año en curso. Hemos analizado la evolución de la productividad del sector, entendida como la producción agropecuaria por persona ocupada, y la del salario rural en el período comprendido entre el año 2006 y el segundo trimestre de 2018, llegando a las siguientes conclusiones:
- Hasta 2010 estas dos variables se movieron en forma contradictoria, creciendo fuertemente el salario a la par de una disminución de la productividad. Fue un período caracterizado por el crecimiento del empleo en el sector que, junto al regreso de la negociación colectiva y al reconocimiento del derecho de organización de los trabajadores, determinó una recuperación salarial importante (téngase presente los bajos salarios previos al 2005).
- Desde 2011, el crecimiento del producto agropecuario se distribuyó cada vez entre menos personal ocupado en el sector, mientras el salario real ya no crecía al mismo ritmo. La productividad “recupera” entonces posiciones frente al salario a partir del año 2016 como se puede apreciar en la gráfica, creciendo al mismo ritmo con el cual había descendido hasta 2010.
- Otra variable importante es el dólar, que en un sector tan volcado a la exportación define el poder de compra patronal en términos de salario. Si medimos el salario medio rural en dólares corrientes también se puede observar un crecimiento importante hasta 2014, luego hasta nuestros días, junio de 2018, su variación se estanca y no parece alterar la rentabilidad del sector.
En síntesis, estos elementos nos parecen muy indicativos para sustentar la viabilidad de mantener la recuperación salarial de los trabajadores rurales, bloqueada por la intransigencia patronal.