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LA GRÁFICA DE LA SEMANA: MIGRANTES EN LA RUTA DE LA RIQUEZA ENAJENADA


Antiguas potencias coloniales de Europa y el imperialismo contemporáneo levantan muros frente a las corrientes migratorias, que siguen el curso de sus riquezas enajenadas por el colonialismo y la globalización financiera.

En diciembre de 2008, el gobierno del expresidente de Honduras José Manuel Zelaya aumentó el salario mínimo nacional en un 70%, con lo cual llegaba a constituir un 90% de la canasta alimenticia. Los empresarios, nucleados en la Cámara Industrial y Comercial, que habían propuesto un congelamiento de salarios en la comisión tripartita, amenazaron con despidos masivos.

Optaron por el golpe de estado. El 28 de junio de 2009 comenzó a gestarse la caída de Zelaya, finalmente implementada desde la Suprema Corte de Justicia. Una de las consecuencias inmediatas fue el congelamiento del salario, que en 2017 se encuentra al mismo nivel que 2009. Tal como lo había solicitado la cámara empresarial.

La producción nacional continuó creciendo con un nivel de explotación superior sostenido con una salvaje represión, que llevó a tipificar a Honduras como uno de los 10 países más peligrosos del mundo.

De 2009 en adelante, la deuda externa aumentó en una vez y media y la transferencia de recursos a través del pago de intereses y comisiones, remisión de utilidades y amortización de inversiones extranjeras se multiplicó en un 160%, pasando de 600 millones en 2009 a 1.600 millones de dólares en 2017.

Explotados en su patria y en el extranjero, los salarios disminuidos de los trabajadores hondureños en Honduras y las remesas de los trabajadores hondureños en Estados Unidos financian esa enorme extracción de riqueza. Trump reprimirá con el ejército a los emigrantes, mientras les da la bienvenida al regreso de los capitales norteamericanos.

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