GRUPO ISUSA: QUE LA DEUDA LA PAGUEN LOS TRABAJADORES.
“ISUSA INFORMA: El aumento de costos de operación frente a la evolución del tipo de cambio real, y la caída de precios internacionales determinaron una pérdida de competitividad en los últimos años que culminó en 2018 con un resultado negativo. Ante esta situación la empresa ha comenzado un proceso de reestructura interna de sus operaciones que no afectará el nivel de productos y servicios a nuestros clientes así como el cumplimiento estricto de sus obligaciones.”
De esta manera se enteraron sus trabajadores que sus puestos de trabajo corrían peligro. De que otra manera se podía explicar “un proceso de reestructura interna” motivado por “una pérdida de competitividad”, tal como ésta se entiende desde el ámbito empresarial. En efecto, el gerente general de ISUSA, Hugo Ramírez declaró a UyPress el 4/4/19: “Entre los principales motivos que han llevado a que Isusa pierda competitividad, el gerente general mencionó el "aumento del costo país, el desajuste cambiario, salarios por encima del laudo y la caída de los precios a nivel internacional". Nada de esto ha mencionado la calificadora Fitch Ratings cuando le bajó la calificación en 2017, por ejemplo. Ampliaremos.
Más tarde, la dirección de ISUSA convocó a los trabajadores para indicarles la “única solución”: el despido de 100 trabajadores y el envío a seguro de paro de otros 60. “Llegamos a un punto que requiere esta solución” declaró Gerardo Martínez, presidente de la empresa, en su comparecencia ante la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados, luego de reconocer que sus estrategias empresariales condujeron hacia "una estructura que excede las necesidades del momento".