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LA GRÁFICA DE LA SEMANA: LAS RESERVAS INTERNACIONALES


En el programa del Partido Nacional, su candidato Luis Lacalle Pou, plantea que “los gobiernos del FA fueron los más ricos … y solo acumularon déficits”. Sin embargo, y hablando en términos financieros, la gráfica de esta semana da por tierra con dicha afirmación, pues muestra la forma en que Uruguay ha acumulado una reserva que lo ha puesto a resguardo de las fluctuaciones de la crisis financiera internacional. Ya quisiéramos tener el cobre de Chile para generar los ahorros que Talvi-Pou reclaman, pero en Uruguay “las vaquitas son ajenas”.

El Banco Central del Uruguay (BCU) mantiene Reservas Internacionales como un instrumento de apoyo para cumplir con los objetivos de estabilidad de precios, crecimiento y empleo consagrados en su Carta Orgánica. También para poder intervenir en el mercado de cambios cuando sea necesario y para garantizar el servicio de la deuda pública.

Dichas reservas están constituidas por activos en diversas monedas extranjeras. El oro llegó a ser un elemento muy importante, en 1989 representaba el 67% de esos activos. Así fue como, uno de los ejes de campaña de Jorge Batlle en ese año fue la venta del oro para, a su juicio, pagar la deuda externa, reducir el déficit fiscal y bajar la inflación. Pero quien ganó las elecciones fue L.A. Lacalle, con Ramón Diaz y Talvi en el BCU que se le anticiparon vendiendo el 40% de las reservas en oro. ¿habrá sido idea de Talvi? De todas maneras, al final de su período la deuda era casi la misma y la inflación rondaba el 50%. Cuando Jorge Batlle llegó a la presidencia en 1999, quedaban 500 millones de dólares en oro, los vendió, pero tampoco cumplió con sus promesas. Eso sí, sumió al país en la peor crisis que han soportado los uruguayos.

En 2016 Luis Lacalle Pou propuso "en vez de usar reservas para contener la suba del dólar, lo deberían dejar subir y usar ese dinero para obras de infraestructura" (El Observador - 19/1/2016). Entonces cuando se promete austeridad y ahorrar para tiempos difíciles, ese ahorro saldrá del gasto social. Por demás, ahondando los problemas de demanda y haciéndonos caer en profunda crisis. Basta mirar la vecina orilla.

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