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LA IMPORTANCIA ECONÓMICA DEL ESTADO URUGUAYO


Cuando surge la interrogante sobre la importancia económica del Estado, el pensamiento económico dominante recurre en tropel al indicador que mide la participación del gasto público en el Producto Bruto Interno (PIB). Su preconcepto es que un alto porcentaje del gasto público en el PBI nos remitiría a una situación complicada y a graves problemas para el crecimiento económico.

De esta manera la información del Banco Mundial, para el caso del Uruguay, en el quinquenio 2014-2018 nos muestra que el gasto público representó en promedio el 34,3% del PIB, ocupando en un ranking de 140 países el lugar 35º. De los países de América Latina que se reseñaban en ese listado, solo era superado por Brasil (en el lugar 32º con 35,1% del PIB). Toda una mala señal para quienes piensan que el estado es parte del problema, no de la solución. Analizaremos seguidamente el resto de la información para obtener lo que revelamos en el cuadro adjunto.

Es por todos conocido el alto grado de desarrollo de los países nórdicos europeos (Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia), y este agrupamiento es el que encabeza la lista, desde hace ya un buen tiempo, como el de mayor gasto en proporción al valor de su producción de bienes y servicios. La Zona del Euro, otro grupo de países de altos ingresos está en el segundo lugar. No muy lejano de ellos se ubican Brasil y Uruguay, países que el Banco Mundial clasifica como de ingreso mediano alto e ingreso alto respectivamente. Así que la asociación de bajar el gasto público para que el sector privado nos conduzca al desarrollo una vez liberado del aparente “bloqueo estatal”, parece perder pie ante una correlación tan alta entre el nivel del gasto público y el ingreso promedio nacional.


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