LA GRÁFICA DE LA SEMANA: URUGUAY, ÚNICO PAÍS QUE CUMPLIÓ EN 2015 LOS OBJETIVOS DEL MILENIO DE REDUCC
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL) en su más reciente publicación, analiza las perspectivas de reducción de la pobreza en la región en el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La primera meta del Objetivo 1 es erradicar la pobreza extrema para todas las personas y en todo el mundo a 2030. La segunda, reducir al mismo año al menos a la mitad la proporción de personas que viven en la pobreza en todas sus dimensiones.
La región logró importantes avances entre la década pasada y mediados de la presente, pero desde 2015 se han registrado retrocesos. El magro desempeño de la región en los años recientes, sumado al débil ciclo económico, son un llamado a desarrollar y fortalecer las políticas públicas de protección social y del ámbito del mercado de trabajo. Se trata de recomendaciones de la CEPAL, que abarcan fundamentalmente medidas de inclusión social y laboral, y políticas redistributivas en materia de ingresos.
Como se puede apreciar en la gráfica de esta semana, Uruguay es el único país que aparece sin registro en la gráfica, lo cual indica que ya en el año 2015 había alcanzado los Objetivos del Milenio (ODM) en cuanto a reducir a la mitad la pobreza y a menos del 3% las personas en situación de indigencia o pobreza extrema. Argentina y Chile lo hicieron en cuanto a la meta de pobreza extrema, sin embargo durante el gobierno de Macri aumentó a 4,9%, nuevamente fuera de la meta. Con total desparpajo el presidente argentino declaró “Es lo que esperábamos” (Tele13, 28 de setiembre 2018).
El año 2004 fue el año de mayor incidencia de la pobreza extrema (o indigencia) en los uruguayos, alcanzando un 4,7% (160.000 personas). En el año 2006 ya se había reducido a 2,4%, y en 2015 solo alcanzaba al 0,3% de la población, Para 2017, se redujo a 0,2%.
En cuanto a la pobreza, en 2004 el 38,3% de los uruguayos eran pobres (1.300.000 personas). En 2015 se había reducido a 10,4%, sobre cumpliendo en más de 9 puntos porcentuales los objetivos de desarrollo para el milenio antes planteados (la mitad hubiese correspondido al 19,4%). Pero siguió disminuyendo, y en 2017 fue inferior al 8%.
Esta realidad es indiscutible, y en el próximo quinquenio, con un cuarto gobierno de izquierda, se espera prácticamente eliminar lo que aún queda de este flagelo.